Los valores recomendados de límites pueden variar considerablemente dependiendo del caso de uso específico, el tipo de aplicación o servicio que estés ejecutando y las especificaciones de hardware de tu sistema. Sin embargo, puedo proporcionar algunas pautas generales para los tipos de recursos comunes:
CPU (Unidad Central de Procesamiento):
- En un entorno de alojamiento compartido, considera establecer límites basados en una fracción de los núcleos disponibles de CPU. Por ejemplo, limita a cada usuario o servicio a un determinado porcentaje de uso de CPU (por ejemplo, 25%, 50%).
- Para servidores dedicados o aplicaciones, establece los límites de CPU según los requisitos de la aplicación y la carga esperada.
Memoria (RAM):
- Nuevamente, en entornos de alojamiento compartido, asigna una porción de la memoria total disponible a cada usuario o servicio. Esto puede variar desde algunos cientos de megabytes hasta varios gigabytes, dependiendo de la naturaleza de las aplicaciones.
- Para servidores dedicados, asigna memoria según los requisitos específicos de las aplicaciones que se estén ejecutando. Asegúrate de que haya suficiente memoria para el sistema operativo, los servicios y las aplicaciones.
Espacio en disco:
- Asigna espacio en disco según el tipo de contenido que se está alojando. Por ejemplo, un blog puede necesitar mucho menos espacio que un sitio web con muchos medios o un servicio de almacenamiento de archivos.
- Considera el monitoreo regular y las alertas para el uso del disco para evitar que los usuarios se queden sin espacio.
I/O (Entrada/Salida):
- Limita la cantidad de operaciones de lectura/escritura por segundo (IOPS) para evitar una actividad excesiva en el disco. Esto puede ayudar a garantizar un uso justo y evitar que un solo usuario o aplicación monopolice los recursos.
Ancho de banda de red:
- Dependiendo de tu infraestructura de red y del ancho de banda disponible, asigna límites de ancho de banda a los usuarios o servicios. Esto es especialmente importante en entornos de alojamiento compartido.
Conexiones:
- Establece límites en la cantidad de conexiones simultáneas que un usuario o servicio puede establecer. Esto aplica a servicios como servidores web, servidores de bases de datos y otros servicios de red.
Process:
- Define el número máximo de procesos que un usuario o servicio puede crear. Esto ayuda a evitar el agotamiento de recursos debido a la creación excesiva de procesos.
Descriptores de archivos:
- Limita la cantidad de descriptores de archivos (archivos abiertos) que un usuario o servicio puede tener simultáneamente. Esto evita escenarios en los que un usuario abre un número excesivo de archivos, lo que podría agotar los recursos del sistema.
Hilos:
- Establece límites en la cantidad de hilos que un usuario o servicio puede crear. Esto es importante para prevenir el uso excesivo de memoria debido a la proliferación de hilos.
Conexiones de base de datos:
- Para servidores de bases de datos, establece límites en la cantidad de conexiones simultáneas que cada usuario o aplicación puede establecer. Esto ayuda a evitar sobrecargar el servidor de bases de datos.
Siempre considera realizar pruebas de carga y monitoreo para garantizar que los recursos asignados sean suficientes para tu carga de trabajo específica. Estos valores recomendados son puntos de partida y pueden necesitar ajustes según los patrones de uso reales y los requisitos de rendimiento. Además, prepárate para ajustar estos límites a medida que tus aplicaciones y tu base de usuarios evolucionan.